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PÚBLICO - Italia absuelve a los jefes de la brutalidad policial en Génova

 

14/11/2008

El tribunal impone condenas leves a los agentes que hirieron a 63 pacifistas en la cumbre del G-8
"La sentencia es degradante"
JORDI MUMBRÚ - ROMA -

público
Policías italianos golpean a un manifestante en Génova, en 2001. - sergei karpukhin/reuters .

La mayoría han sido absueltos, sobre todo los jefes. El fiscal pedía 108 años de cárcel para los 29 policías responsables del asalto a la escuela Díaz, en la que 63 pacifistas antiglobalización fueron heridos, golpeados en el suelo donde dormían. Sucedió en 2001 y, desde entonces, las víctimas de aquella brutal acción policial esperaban justicia.

Pero el tribunal decidió ayer que ninguno de los jefes de esa incursión cometió delito alguno. Declaró inocentes a 16 de los acusados y consideró culpables a los otros 13, pero les condenó a penas leves que en total sólo suman 35 años y 7 meses de cárcel.
Los denunciantes, que después de siete años ayer tuvieron que esperar diez horas para escuchar la sentencia, empezaron a gritar "¡Vergüenza!" en medio de la sala nada más anunciarse el veredicto. La última vista de este larguísimo juicio, en el que se han celebrado más de 200 audiencias, se celebró en un tribunal de máxima seguridad.

Batalla campal

Todo ocurrió el 21 de julio del 2001, el día después de que un proyectil disparado por un agente italiano diera muerte al joven anarquista Carlo Giuliani. Génova estaba tomada por protestas dirigidas por el movimiento antiglobalización contra la reunión de los líderes de los ocho países más industrializados del mundo (G-8).

Había 93 personas y 63 terminaron en el hospital, algunos heridos de gravedad

Ese día, los ánimos de los antiglobalización estaban muy caldeados, tras la muerte de Giuliani, pero los de los agentes todavía más. Un grupo de antidisturbios de la Policía de Estado italiana entró por la noche en la escuela Armando Díaz, el espacio que el Ayuntamiento de Génova habia cedido a los manifestantes para alojarse durante las protestas. Los agentes apalearon a todos los presentes.

Había 93 personas y 63 terminaron en el hospital, algunos heridos de gravedad. Entre ellos había gente de distintos países europeos que se habían desplazado hasta Génova para participar en las manifestaciones. Todos ellos fueron detenidos, juzgados y luego absueltos. Demostrada su inocencia, se esforzaron en castigar judicialmente a los agentes que les pegaron y les acusaron injustamente.

Para justificar su actuación, la Policía mostró dos cócteles Molotov que, según su versión, estaban dentro de la escuela, listos para usarse. Los denunciantes aseguraron desde el principio que los dejó allí la misma Policía para luego inculparles.

Herir al testigo

Entre las víctimas estaba el periodista inglés Mark Covell, que resulto gravemente herido en la cabeza. Covell ha recopilado fotos y vídeos, y descubrió unas imágenes de la RAI que serán emitidas en un reportaje de investigación de la cadena inglesa BBC que muestran cómo un agente lleva los cócteles Molotov que después se atribuyeron a los detenidos. Pero nada de eso sirvió ayer para condenar a los máximos responsables de la operación.

Algunos agentes fueron ascendidos después de lo ocurrido

Entre los acusados había algunos agentes que después de los hechos incluso fueron ascendidos dentro del cuerpo, algo que dolió enormemente a las víctimas. Todos ellos se encuentran entre los absueltos.

Son Francesco Gratteri (actual director de la Policía Anticrimen organizado); Giovanni Luperi, que pertenece a la sección de Inteligencia; Gilberto Caldarozzi, que es el jefe del Servicio Operativo de la Policía y Spartaco Mortola, que era el jefe de la Digos (la División de Operaciones Especiales, responsable de antiterrorismo).

Todos los testimonios coincidieron en que no se trató de un enfrentamiento entre policías y activistas, como han afirmado las autoridades.

La sentencia deja bien claro que los activistas no se enfrentaron en ningún momento a la Policía, pero no condena la operación, ya que los máximos responsables de esa acción policial han sido absueltos, pese a que la ordenaron sin motivo ni provocación.